El XXV Festival de literatura de Córdoba y del Caribe se inició el 7 de septiembre en I.E Santa Rosa de Montería y el tema central de esa mañana fue la poesía: Pedro Olivella leyó poemas de su libro Ebria alegría del canto, Tania Pérez dijo poemas de Pablo Neruda y Gabriel García Márquez, y José Luis Garcés González hizo un taller de poesía. A las 3:00 p.m., en la Cámara de Comercio, Alberto Hernández abordó el tema: Manuel Zapata Olivella, el hombre providencial en la vida de Gabito; Félix Manzur Jattín presentó su libro Terrorismo, guerra, paz y posconflicto, y planteó la necesidad del cese de la violencia como fundamento de la convivencia social; el profesor e investigador Omar Castillo Núñez hizo una interesante conferencia titulada La Retórica y la economía; y el docente David Pérez Dau leyó su charla El cerebro, la lectura y la escritura.
El viernes 8, a las 8:00, Clinton Ramírez y Javier Zamudio dialogaron en la Universidad de Córdoba sobre la posible normatividad de la creación literaria; a las 10:00, en el tradicional Colegio Nacional José María Córdoba el docente loriquero Nicolás Corena planteó su propuesta: El graffitti como instrumento pedagógico; Ayda Cervantes hizo un montaje de El velorio campesino, del Compae Goyo; y Julio Díaz Miranda, con un prólogo de Adán Peralta, reflexiono sobre su novela juvenil Ellos también tienen alma. A la misma hora, en la Cámara de comercio, el economista Fernando Negrete presentó su libro Lo corriente trascendental, biografía familiar en donde destaca la presencia del abuelo que se fue a vivir solo a la montaña; José Manuel Vergara leyó poemas de Las Perdidas heredades, que conmovieron a la asistencia; y Adolfo Ariza desarrolló con humor y solvencia el tema La sociedad extorsiva.
A las 3:00 p.m., en el mismo lugar, Lya Sierra leyó un ensayo sobre el libro Como llama que se eleva, antología de poetas caribeñas; la disertación del escritor Guillermo Tedio llevó por título Macondo, un espacio mutante; el ensayista de la UIS Hugo Armando Arciniegas abordó su estudio El rumor en la novela Fuga de caballos; William Jiménez nos ilustró sobre su trabajo editorial y poético en el departamento del Cesar; los estudiantes del semillero Río de Palabras, de la I.E. El Bagre (Antioquia), con la orientación de Víctor Méndez, presentaron su trabajo Cien voces por la paz; y Samir Rojas sensibilizó a la audiencia, con un recital de boleros en saxo. Debe señalarse que, también a las 3:00 p.m., en la I. E. La Esperanza, de Planeta Rica, en el marco del Festival, Betty Brunal leyó sus poemas y el magdalenense Adolfo Ariza desarrolló su charla sobre la escritura y la lectura como experiencia personal.
En la noche se realizó una tertulia, se presentaron los libros Los trabajos del insomnio, de José Luis Garcés González, tarea que estuvo a cargo de Enán Jiménez, y la antología Ebria Alegría del canto, de Pedro Olivella Solano, publicado por Ediciones Exilio. Luego, se dio una lectura de cuentos, poemas y ensayos en la que participaron Luis R. Mercado, Clinton Ramírez, Ricardo Vergara, Miguel Barrios, Lya Sierra, Alberto Garzón, Ela Cuavas, Javier Zamudio, Adán Peralta y Betty Brunal. Finalizó la noche el grupo de la I. E. 20 de julio, de El Bagre, con el montaje teatral Entendimiento y memoria.
El sábado 9, comenzó José Luis Garcés González presentando los libros, recién reeditados, Cuando pase el ánima sola, Todero, e Itinerario de afinidades, del novelista Mario Escobar Velásquez. Otro grupo del Colegio 20 de Julio de El Bagre representó la comedia Esto está mal. Clinton Ramírez lanzó la antología, de su autoría, Narradores del Magdalena. Seguidamente se presentó el esperado libro etnográfico Se rompió el catabre, del fallecido divulgador cultural Eduardo Mendoza Portacio. El siquiatra monteriano José Luis Méndez hizo una argumentada conferencia titulada El cerebro, el yo y la literatura. Luego el médico y escritor Álvaro Bustos González disertó sobre Las palabras y la ciencia, en cuyo texto señaló que hay necesidad de superar los fanatismos religiosos y acercarnos a la razón y a la ciencia, con precauciones, porque no son dos discursos infalibles. Pedro Olivella, Miguel Barrios y William Jiménez conversaron sobre el tema: Literatura y vallenato, diálogo matizado por las intervenciones de los asistentes. A continuación se leyó el fallo del concurso nacional de cuento, en el cual el primer premio fue para Luis Ramos Palacín, de Barranquilla, con el cuento Un pájaro en busca de su jaula; el segundo para Pitalúa, narración de Fredy Sánchez Caballero, oriundo de Lorica, pero radicado en Envigado (Antioquia); y el tercero para El Coleccionista, cuyo seudónimo sin identificación es Manuela Martín. Samir Rojas cerró con broche de música con un concierto de Porros en saxo. En este certamen se presentó, además, la edición # 40 del periódico El Túnel y se efectuó una feria del libro.
El XXV Festival de literatura tuvo una asistencia nutrida, se dio en varios escenarios, presentó una valiosa calidad cultural, y a él asistieron escritores de toda la costa Caribe y del interior del país. Contó con el apoyo del Ministerio de Cultura, La Alcaldía de Montería, la Cámara de Comercio de Montería, el Banco de la República, y de los poetas José Manuel Vergara y Pedro Olivella Solano.
